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Mostrando entradas de julio, 2015

In consciente

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La ausencia abre la puerta de la inconsciencia. El olvido de la unidad y la creencia en la separación crean la imaginaria dualidad de la consciencia y la inconsciencia. La vida aquí consiste en eso en vivir la inconsciencia hacia la consciencia total o unidad. Hacer lo inconsciente consciente. Darte cuenta de que todo es lo mismo, forma una unidad. Consciencia y presencia son lo mismo. Estar ausente en lo que sucede en cada instante pone en marcha el mecanismo automático del inconsciente. En el inconsciente está guardado todo lo que sucedió en cada instante y que no vivimos en presencia. Podemos hablar del sentido de esta vida o del propósito de la misma o, incluso, de los deseos de nuestra alma o de nuestro yo superior. También podemos hablar de conseguir la felicidad a través de seguir el motivo por el cual encarnamos. Buscar esos motivos supone reforzar lo que vivimos en ausencia y que tenemos en el inconsciente. Así reforzamos las creencias, las memorias y recuerdos par

De dudas, incapacidades, culpas y miedos

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Hola Un breve mensaje para compartir relacionado con la entrada anterior y otras similares. Cuando aparezca en tu vida, la duda, sientas que eres incapaz, te abrume la culpa o te inunde algún miedo, párate allá donde estés y vive la experiencia tal como es. Se trata de una señal para que cambies algo en tu vida, algo que no se vivió en el pasado y que vuelve para ser vivido ahora. Si tu reacción es rechazarlo nuevamente luchando contra ello o evitándolo mirando para otro lado volverá en otro momento y, además, lo reforzaremos con expresiones como "todo me pasa a mí", "¿Por qué a mí?", "¿Qué hecho para recibir esto?", o "esto es injusto", " todo el mundo actúa en mi contra", "como es posible que me pase esto después de lo que he hecho por ellos",... Podemos vivir la experiencia como lo que es, sin juicios, sin rechazos y evasiones, aceptándola e integrándola en nosotros y cerrando la puerta que un día abrimos al guardar e

Otra de emociones

Hoy es uno de esos días que me apetece muchísimo desconectarme del mundo. Hoy no hay nada en mi mundo que me haría quedarme en él, nada ni nadie. Se trata de un desapego material casi total porque aunque uno no quiera el solo hecho de sentir me mantiene conectado al cuerpo físico. Noto que puedo evadirme de todo lo que me sucede pero sabiendo que todo sigue ahí. No es la primera vez y no será la última, lo asocio con la relajación previa al sueño. Supongo que a todo esto se suma que he terminado de comer y el cuerpo reorganiza la energía para realizar el proceso de la digestión de los alimentos ingeridos. El cuerpo necesita utilizar la energía para la digestión por lo que relaja el resto de actividades del cuerpo entre ellas la actividad mental. Esa relajación mental te abre la puerta a conectar con lo que te rodea a un nivel superior. Esta conexión con mi mundo da una sensación a la mente de descontrol porque ahora la mente no dispone de la suficiente energía y no puede hacerse