Entradas

Mostrando entradas de 2020

Entrada

Yo soy una copia del primer ser humano que apareció en la Tierra. Tú y cada uno de los que viven hoy son otras tantas copias. Somos miles de millones, pero no dejamos de ser copias de aquel que fue el primero. Somos fruto de aquellos que vivieron antes y que a través de sus experiencias han tenido una consciencia separada. Incluimos en nosotros a todos los que estuvieron antes.  Si pudiésemos ir hacia atrás iríamos reduciendo el número de nosotros hasta llegar al primero y único. Toda la humanidad está en cada uno de nosotros y compartimos con otros seres el mismo espacio.  Si pudiésemos mirar más allá del primero hasta la primera partícula que pudo tener una consciencia de sí misma como algo separado del Todo, podríamos ver que todos los seres que existen hoy provienen de esa misma partícula. El espacio que ocupó esa partícula es el mismo que ocupamos ahora, sin embargo la división en consciencias separadas se ha multiplicado exponencialmente por miles de millones.  Todo lo

¿Seré raro?

Acabo de leer un comentario de una persona que, supuestamente, estaba animando a un artista que en un momento anterior explicaba el miedo que siente cuando presenta por primera vez algo que ha creado en su intimidad: "A mi, simplemente, me encantas... Sin miedo moriríamos, piénsalo... " Se me ha pasado por la mente y mi Google particular me ha traído la frase de Descartes "pienso luego existo" Cuánto daño ha hecho esta frase. ¿Si no pienso, no existo? O visto desde otro lado, ¿es necesario pensar para existir?  Me pregunto ¿Quién es el que existe cuando pensamos, yo o el que creo, imagino y pienso que soy yo? Si es el segundo, entiendo el comentario anterior porque moriría si dejara de pensar, pero lo que me chirría más, es la creencia de que sin miedo moriríamos. ¿Quién moriría? Muere lo que creo que soy ¿Sin miedo no hay vida? .... ¿Quién vive esa vida? ... Ya no sé si es normal que se me ocurran estas cosas o es mi anormalidad

¿Sentido de normalidad?

En el anterior post proponía como pregunta clave ¿Dónde te encuentras? como algo que te sacará de muchos problemas. Se trata de situarte, de ver el punto de partida en el que estás para poder entender porque tus reacciones son las que son o porque no ves con facilidad las soluciones o, todo lo contrario, porque no reaccionas o encuentras a la primera las soluciones. Donde te encuentras es en suma quien eres en este momento. Parece evidente que conocer quien eres en este momento es importante, es necesario hacer una mirada hacia adentro en un instante para poderse ver y actuar conscientemente. No resulta nada fácil, estamos acostumbrados a no mirarnos, forma parte del inconsciente colectivo el no mirarnos, miramos fuera y nos cuesta mirarnos, no se trata de ver nuestra imagen en un espejo, es vernos en nuestra totalidad, no solo la materia sino también lo que contiene esa materia, emociones, pensamientos, creencias, ... Saber donde estamos no es la respuesta, solo es el punto de pa

Reflexiones sobre lo normal

A propósito de una vida normal Gastamos tanta energía en mantener nuestro mundo, o más bien, en mantener la idea que tenemos del mundo que queremos que éste nos recompense por esa energía gastada. Siguiendo con la idea del post anterior, tenemos que esforzarnos tanto por mantener el mundo tal como lo concebimos que necesitamos que el mundo nos lo devuelva. El esfuerzo y el sufrimiento lo concebimos como un dar al mundo y generamos en él una deuda hacia nosotros. Aunque resulte paradójico nos sentimos incapaces de hacerlo por nosotros mismos y queremos que sea el mundo quien nos lo haga. El punto máximo es que cuando lo recibimos nos sentimos mal porque sentimos que no lo merecemos, nos sentimos en deuda con el mundo, nos deben, pero nos sentimos en deuda, la deuda se compensa con más deuda. Entramos en un mundo de deudas hacia un lado y hacia el otro.Y todo sale de ahí donde piensas. Los pensamientos nacidos de ahí nos hacen creernos que valemos lo suficiente como para recibir y

Esta vida es demasiado normal

Imagen
Admitimos como normal la lucha, la competencia, el esfuerzo y el sufrimiento. Vivimos el día a día con eso grabado a fuego, con el agravante de que lo vemos como necesario para ser felices. Es tan normal para nosotros que vemos como una amenaza todo lo que no sea eso. Lo tenemos tan integrado que nos dirige desde el inconsciente actuando como un ser autónomo que manda en nuestra vida. Tan y tan integrado que todo lo que vemos fuera lo conseguiremos como premio a ese esfuerzo y ese sufrimiento para ser feliz. Pero tan integrado que ya forma parte de nuestra identidad, somos lo que somos gracias a ese esfuerzo y sufrimiento. Si puedes pararte un segundo puedes ver como actúa en cada una de tus decisiones. Al mismo tiempo somos incapaces de ver el esfuerzo que debemos hacer para mantener esa idea vigente en nuestra vida. Eso nos quita energía para otras cosas, por lo que vemos lógico, ya que se justifica con ello, que no hacemos lo suficiente y necesitamos esforzarnos más para cons

Sentido

Empezó 2020. Año de reinicio. 2019 ha sido un año de encuentros y de cambios. De volver a verme y de encontrarme, con cambios internos que en muchos casos se han trasladado al exterior. Ha sido un proceso intenso en ocasiones y más tranquilo en otras. Ahora que escribo siento que mi mente y mi cuerpo siguen obstaculizando, pero ahora hay en mi un otro que ve esto como una oportunidad. Me lo tomo como los últimos coletazos de mi personaje, ese que hasta hace poco era todo lo que era yo. Ahora sé cuando actúa y cuales son sus características. Ahora veo que hay algo más que el personaje que creé y que seguramente seguiré creando. Detrás de mi creación estoy yo, el ser que soy y a un lado de éste está el cuerpo que habito.  Durante 2019 se han ido produciendo despertares en mí que más que cambiarme me han hecho verme al completo: ser, humano y personaje. Ante esta nueva visión de mí el personaje se defiende porque ahora ya no es el centro de atención, de éste puedo decir que odia