¿Miedo?
Si no tuvieras miedo, ¿Qué harías?
¿Qué es lo primero que harías si efectivamente no tuvieras miedo a nada? No es que no pienses en las consecuencias de tu acción sino que, simplemente, no tienes miedo a ellas, asumes cualquier resultado tanto positivo como negativo pero sin miedo.
A ver quien es el guap@ que contesta sin poner ningún pero a la respuesta. Es complicado ¿Verdad?
Tenemos el miedo tan arraigado en nuestro subconsciente que lo sentimos incluso al imaginar qué haríamos si no lo tuvieramos.
El miedo es algo que sólo sentimos nosotros; cada uno, individualmente, siente su propio miedo. Cuando venimos a este mundo nos matriculamos en la Universidad del Miedo. El primer examen en el que sacamos matrícula de honor es el sentimiento de abandono cuando nos separan del útero materno. A partir del nacimiento empieza una carrera en la que somos unos alumnos aplicados, asistimos a todas las clases, nos presentamos a todos los exámenes y vamos incorporando versiones diferentes de miedo a nuestra vida. Está claro que las notas son diferentes para cada persona, consiguiendo cada uno su propio cóctel de miedos, unos tienen miedo a la oscuridad, otros a la luz, no sé cual es peor.
Los miedos llevan a los apegos, y estos al control, a la necesidad de controlarlo todo en la vida, y este control nos lleva a la falta de libertad o, en el mejor de los casos, a una limitación de la misma.
El miedo es algo que aprendemos y practicamos todos los días, no vaya a ser que se nos olvide ese conocimiento. Desde fuera lo aprovechan para que compremos algo, o para que hagamos o no hagamos algo, creando necesidades donde no las había y actualizando nuestro subconsciente con la última versión de miedo, no vaya a ser que hayamos encontrado algún resquicio por el que estemos eliminando el miedo de nuestra vida.
¿Tiene sentido el miedo?
Muchos contestareis que si porque nos sirve para sobrevivir, para mantenernos alerta ante los depredadores, ante los más fuertes, ante los líderes, Esto implica considerarnos débiles, con miedo, y que la única elección posible es mantenernos en el corral como una ovejita más mientras el lobo se queda fuera. Los depredadores, los fuertes, o los líderes, ¿sienten miedo? La respuesta es no, por eso son depredadores, fuertes y líderes, y ¿por qué no? Pues porque no aprobaron el examen y no le dieron ningún sentido a ese miedo. Dicho con otras palabras, no le dieron importancia a ese miedo, por eso ellos viven como lobos, mientras los otros sobreviven como ovejas. ¿Qué sentido tiene sobrevivir?
Podemos desaprender el miedo, podemos quitarnos el apego al miedo, es más, podemos quitarnos el miedo a pensar que podemos vivir sin miedo. Y lo mejor de todo, es fácil, tan fácil como como cuando adquirimos un nuevo miedo. Cuando aparezca el miedo en tu realidad, no te presentes al examen, o si lo haces, no contestes a las preguntas. Devuelve el examen en blanco o lleno de dibujitos. Dile no al miedo y enmarca el suspenso en la pared de tu vida. Conviértelo en una costumbre y conseguirás que en tu realidad no exista el miedo, conseguirás ser libre. Si a eso añades, paz, armonía y amor incondicional por todo lo que te rodea tendrás la felicidad.
¿Puedes elegir en cada momento lo que realmente quieres o es el miedo el que elige por ti?
Es tu elección. Está en tu mano elegir ser feliz, si quieres.
Un abrazo con sentido.
Joaquín
¿Qué es lo primero que harías si efectivamente no tuvieras miedo a nada? No es que no pienses en las consecuencias de tu acción sino que, simplemente, no tienes miedo a ellas, asumes cualquier resultado tanto positivo como negativo pero sin miedo.
A ver quien es el guap@ que contesta sin poner ningún pero a la respuesta. Es complicado ¿Verdad?
Tenemos el miedo tan arraigado en nuestro subconsciente que lo sentimos incluso al imaginar qué haríamos si no lo tuvieramos.
El miedo es algo que sólo sentimos nosotros; cada uno, individualmente, siente su propio miedo. Cuando venimos a este mundo nos matriculamos en la Universidad del Miedo. El primer examen en el que sacamos matrícula de honor es el sentimiento de abandono cuando nos separan del útero materno. A partir del nacimiento empieza una carrera en la que somos unos alumnos aplicados, asistimos a todas las clases, nos presentamos a todos los exámenes y vamos incorporando versiones diferentes de miedo a nuestra vida. Está claro que las notas son diferentes para cada persona, consiguiendo cada uno su propio cóctel de miedos, unos tienen miedo a la oscuridad, otros a la luz, no sé cual es peor.
Los miedos llevan a los apegos, y estos al control, a la necesidad de controlarlo todo en la vida, y este control nos lleva a la falta de libertad o, en el mejor de los casos, a una limitación de la misma.
El miedo es algo que aprendemos y practicamos todos los días, no vaya a ser que se nos olvide ese conocimiento. Desde fuera lo aprovechan para que compremos algo, o para que hagamos o no hagamos algo, creando necesidades donde no las había y actualizando nuestro subconsciente con la última versión de miedo, no vaya a ser que hayamos encontrado algún resquicio por el que estemos eliminando el miedo de nuestra vida.
¿Tiene sentido el miedo?
Muchos contestareis que si porque nos sirve para sobrevivir, para mantenernos alerta ante los depredadores, ante los más fuertes, ante los líderes, Esto implica considerarnos débiles, con miedo, y que la única elección posible es mantenernos en el corral como una ovejita más mientras el lobo se queda fuera. Los depredadores, los fuertes, o los líderes, ¿sienten miedo? La respuesta es no, por eso son depredadores, fuertes y líderes, y ¿por qué no? Pues porque no aprobaron el examen y no le dieron ningún sentido a ese miedo. Dicho con otras palabras, no le dieron importancia a ese miedo, por eso ellos viven como lobos, mientras los otros sobreviven como ovejas. ¿Qué sentido tiene sobrevivir?
Podemos desaprender el miedo, podemos quitarnos el apego al miedo, es más, podemos quitarnos el miedo a pensar que podemos vivir sin miedo. Y lo mejor de todo, es fácil, tan fácil como como cuando adquirimos un nuevo miedo. Cuando aparezca el miedo en tu realidad, no te presentes al examen, o si lo haces, no contestes a las preguntas. Devuelve el examen en blanco o lleno de dibujitos. Dile no al miedo y enmarca el suspenso en la pared de tu vida. Conviértelo en una costumbre y conseguirás que en tu realidad no exista el miedo, conseguirás ser libre. Si a eso añades, paz, armonía y amor incondicional por todo lo que te rodea tendrás la felicidad.
¿Puedes elegir en cada momento lo que realmente quieres o es el miedo el que elige por ti?
Es tu elección. Está en tu mano elegir ser feliz, si quieres.
Un abrazo con sentido.
Joaquín
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