Olvidar

¿Qué es olvidar?

¿Lo sabes?

Una cosa es no recordar algo por un momento o un tiempo determinado pero, indagando en nuestro subconsciente podemos traer algo del inconsciente al consciente por muy escondido que esté. Además, los recuerdos son el origen de muchas de las cosas que nos suceden cada día. Como no recordamos, creemos que hemos olvidado, pero si tiramos del hilo veremos qué ocurrió en otro momento y cual es el motivo de lo que está sucediendo ahora. No solo en nuestra vida, también en la vida de nuestros familiares y antepasados y también, en nuestras vidas anteriores.

Yo creo que olvidar en el sentido de que desaparezca totalmente un recuerdo es imposible. Pero, si olvidar en sentido estricto es imposible podemos encontrar, al menos, algo que minimice o elimine los efectos dañinos de los malos recuerdos. Para ello, tenemos una puerta trasera que nos permite cambiar las emociones de ese recuerdo eliminando cualquier efecto que pueda hacernos daño en otro momento o por lo menos disminuir su efecto.

Aceptar, perdonar, amar y agradecer son las herramientas para romper el hilo que une el efecto en el presente con la causa del pasado que lo originó. Así la causa deja de ser causa pasando a ser un suceso que ocurrió en su momento, y el efecto deja de tener un efecto dañino sobre nosotros en este momento actual.
Y, lo que es más importante, a un cierto nivel todas las personas compartimos recuerdos, lo llaman inconsciente colectivo, campo morfogenético, y otros términos similares. Por tanto, si somos capaces de compartir recuerdos que dejen de ser causa de nada, estaremos ayudando a las demás personas.

Aunque se pudiera, yo no quiero olvidar. Quiero recordar y saber que tengo la posibilidad en mis manos para que esos recuerdos sean dignos de aparecer en un álbum de fotos, quizás en el álbum de todos los seres humanos. Suena muy grande pero mientras sigamos con las quejas y manteniendo los recuerdos que nos hacen daño seguimos viendo guerras, conflictos, hambre, catástrofes y crisis en nuestras vidas.

Cuatro palabras nos abren esa puerta trasera hacia la vida, hacia la felicidad.

Perdóname. Lo siento. Gracias. Te amo.

Como siempre digo:
No me sigas y no me creas prueba a repetir esas palabras varias veces cuando te encuentres enojado por algo y obsérvate unos minutos después. Prueba.
Puedes encontrar mucha información en Internet sobre Ho oponopono.

Gracias por Ser Feliz

Guardián

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