Embellecer tu memoria

"Embellecer tu memoria es la mejor curación"
Alejandro Jodorowsky

Cuando experimentamos la vida generamos recuerdos y memorias. Las nuevas experiencias las vemos, percibimos e interpretamos en base a los recuerdos y memorias anteriores, es decir, que el mundo se va volviendo más particular de uno y más diferente del de los demás y, por supuesto, separándose de la esencia de la realidad. Las memorias evolucionan con las experiencias de manera que unas se refuerzan con el uso marcando estructuras rígidas más conocidas como creencias. otras se desvanecen por falta de repetición aunque no se olvidan y otras se modifican pasando a ser nuevas creencias o memorias que se desvanecerán más adelante.

Si cualquiera de esas memorias la calificamos como dolorosa o negativa intentaremos evitar cualquier experiencia que me lleve a repetirla, nos pondremos a la defensiva o atacaremos a cualquiera que nos acerque a ellas. Todo esto hace que estemos alerta ante cualquier nueva experiencia, con miedo. Tener miedo implica utilizar la energía de nuestro cuerpo en ese estado de alerta, o lo que es lo mismo, el cuerpo no tiene toda la energía disponible para curarse. Si nos pasamos la vida reforzando esa memoria tenderemos a dejar el cuerpo sin energía suficiente y pasaremos a un estado permanente de atención contra lo que pase fuera de nosotros. 

Mantener esa memoria negativa o dolorosa nos va a llevar a enfermedades en el cuerpo, mentales o emocionales. Además el sistema de alerta creado ante ella se convertirá en gestor de tu vida y te separará cada vez más de la realidad. Empezarás a crear un mundo paralelo, muchas veces nocivo para tu salud. En ocasiones un hecho traumático vivido en soledad puede acelerar el proceso.

La identificación de uno con su conjunto de creencias genera barreras en las relaciones impidiendo el conocimiento de lo que realmente somos y nos separa de los demás.

Todo está montado para que vivamos en esos mundos creados artificialmente, no siempre la repetición viene de uno sino que la repetición se estimula desde fuera creando nuevas modas y creencias al antojo de otros y a las que nos sumamos sin pensar.

Todo esto seguirá en bucles continuos hasta que nos demos cuenta que tenemos en nuestro poder la llave para la disolución y el desvanecimiento  de las creencias y de las memorias que las sustentan. Sí, la tenemos, y es el poder de elección entre seguir o no por el mismo camino, repetir o no repetir. 

Por eso me gusta la frase inicial de Jodorowsky "embellecer tu memoria". Si elijo de manera diferente, dejaré de reforzar una creencia, si rompo la estructura de la creencia podré modificar la memoria o, al menos, variar su color, embellecerla, así esa memoria ya no se repetirá igual que antes y aunque se convierta en una nueva creencia ya tenemos la posibilidad de deshacerla cuando ya no nos sirva.

Jodorowsky dice que el perdón hacia su padre le liberó de una carga que llevaba casi toda su vida, embelleció así el recuerdo de su padre y de alguna manera se curó.

Todos podemos hacerlo solo es necesario voluntad y elegir. Pero no es cuestión de convertir nuestros recuerdos en obras de arte y meterlos en un museo que nadie visitará más que tú. Se trata de que fluyan como el agua de un río hacia el mar y que no se estanquen pudriendo todo lo que le rodee. Tampoco es necesario que fluya como una cascada de gran altura, también puede fluir poco a poco sin prisas y parándose no en algunos remansos. 

Esa es la elección. 

Amar o pensar

 #activistadeamor
     

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