En busca del blog perdido

El año pasado decidí que este sería una especie de año sabático en cuanto a cursos y otras actividades se refiere y, tal vez, esto ha producido una escasez de entradas en este blog. 

Dicen que uno se hace viejo cuando los recuerdos superan a los proyectos, esto lo vi en un vídeo en Youtube pero no recuerdo el nombre de la persona, espero que me disculpe por no citarla, lo que no explicaba es qué pasa cuando los recuerdos y los proyectos prácticamente desaparecen por igual, el sentimiento es de apatía total. No me siento viejo pero,...  El colmo de la situación llegó el fin de semana pasado en el que intenté escribir algo pero no pude, mi blog había desaparecido. Días más tarde me dí cuenta que lo que había desaparecido era mi memoria que no recordó que este blog estaba asociado a una cuenta diferente a la que estaba introduciendo. Como veis me he dado cuenta del error y he encontrado el blog donde siempre había estado. Vuelven los recuerdos, tal vez es hora de algún nuevo proyecto...

Anécdota, casualidad, no sé, pero me reconforta darme cuenta de como reaccioné al hecho de no poder entrar en este lugar y fue que, después de varios intentos, buena parte de la tarde del domingo, me dije ya he hecho lo suficiente igual no es el momento, si el blog es realmente mío volverá más pronto que tarde. Y ¡voila!, al tercer día como Jesucristo el blog resucitó. Casualidad o no ayer estuve viendo la película Stigmata sobre el evangelio de Jesús que dice más o menos que el reino de Dios está dentro de cada uno de nosotros. Pues bien, el domingo hice un acto de Fe y dejé la posibilidad  de encontrar el blog para cuando fuese adecuado encontrarlo. De alguna manera bloquee el blog y cuando estuve preparado, simplemente, lo vi. Miré hacia dentro en lugar de hacia fuera, dejé de buscar y como resultado el blog me encontró.