Peter Pan

Hola a tod@s.
Necesito compartir las experiencias de los últimos días con todo mi mundo pero, sobre todo con las nuevas incorporaciones del pasado fin de semana. Supongo que entenderéis que no cite nombres ni lugares reales porque sé que no es necesario. Las personas a las que pueda interesar se verán reflejadas en lo que os voy a contar.
En primer lugar quiero agradecer a estas personas porque sin ellas el proceso vivido no hubiese sido el mismo ni para mí ni para ellas; en algún momento del pasado verano escribí a una amiga que en todo proceso todos los ingredientes se transforman.

El origen
La experiencia en si se inicia en las pasadas Navidades cuando empiezo a sentirme mal, vacío, sin ilusión, sin vida, más muerto que vivo. Noto que necesito contar a alguien qué me pasa y que veo imprescindible un nuevo enfoque en mi vida. Prefiero que no sea de mi familia más cercana porque el punto de vista siempre sería parcial. Y después de pensarlo mucho decido que sea con una amiga que con su clarividencia y la ayuda del tarot me puede dar pistas de por donde ir. Durante la conversación me plantea algo que debe ocurrir para que yo sea realmente libre, y es que, mi padre tiene que irse. Casi al final de la conversación con esta amiga me propone la toma de una medicina. Además me dice que la toma sería en dos semanas, concretamente el sábado 26. Salgo pensativo, aún así, decido que la medicina me ayudará. Contacto con la persona encargada de dar la medicina, quedo para conocerla y confirmo mi presencia el siguiente sábado.

El lugar
El sábado 26 nos reunimos en el lugar elegido. El lugar fue el mismo en el que años atrás estuve para la toma de otra medicina pero esta vez sabía que sería diferente aunque no sabía todavía cuanto.

El grupo
Ahí estamos cuatro personas de las que tres no habíamos tomado nunca la medicina más la persona que nos había reunido. Dos de ciudad, uno que baja de las montañas y yo que voy más muerto que vivo. Nos sentamos en la mesa redonda como los caballeros que van a planear la batalla, los cinco como en una estrella de cinco puntas. Dejo ahora un par de fotos por si alguno se siente identificado con el elemento y el lugar donde se sentó. Si el espíritu es quien nos reunió creo que mi posición fue la del fuego. la idea dela posición en la mesa no es mía, fue una sugerencia de otra persona del grupo.

   
La medicina
Creo que al tomarla con el sol me ofrece la posibilidad de dejarme llevar fácilmente, fluir, así es. Tod@s fluimos y conectamos con nosotros mismos, con el grupo, con todo. Cinco personas la toman, uno lo vive con imágenes de personas y animales, otro expresando su rabia a gritos, otra intentando coger algo aunque no le dejan cogerlo, la maestra siente la paz y la alegría del momento y yo, siento la respiración como si fuese mi primera vez, siento la vida con cada inspiración y toco mi cuerpo como si fuera un tambor, re-nazco.   

Las conversaciones y los compartires
Después de la toma y todavía con su efecto conversamos entre nosotros, intentamos comer algo y dormir. Se añade al grupo una sexta persona que cierra el número en el 6, la familia, los amantes o el enamorado del tarot, también toma la medicina ya de noche y se integra en el grupo sin ninguna dificultad. Las conversaciones se adentran ya en la oscuridad de la noche, el sueño nos separa por un momento pero la experiencia no podía quedarse ahí. Alas 3:25 me despierto y paseo fuera de la casa, me siento otra vez en la mesa, esta vez en la punta del espíritu. Me estoy dando cuenta de esa posición ahora tal como lo escribo. Observo que hay dos personas compartiendo en la otra casa y me uno  a ellos. La conversación nos lleva a hablar de muchas cosas, de las dudas, de la indecisión, de la desilusión, de posibles trabajos, de cómo nos vemos y aquí aparece el mensaje de grupo, todos venimos buscando lo mismo, tal vez, desde distintos puntos, pero con una base común, la idea de encontrarnos a nosotros mismo, de vernos y que nos vean, de ocupar el espacio que nos corresponde, de dar un golpe en la mesa si es necesario para ser escuchados. Durante la mañana siguen las conversaciones y los compartires. Desayunamos, comemos, y las conversaciones continúan. La posición en la mesa es una idea que surge el domingo en la última conversación por otra persona y que yo solo incorporo y comparto con todos. Si atendemos a los elementos de las imágenes de antes y nuestra posición en la mesa puede tener sentido no solo por lo que venimos a buscar sino también desde donde lo tenemos que trabajar. Muy interesante.

Aparece Peter Pan
Vuelvo a unas horas antes porque en la conversación en la otra casa de madrugada surge la idea de Peter Pan. Alguien me dirige este mensaje hacia mí pero lo rechazo porque no veo que tenga nada que ver conmigo. Un niño que no quiere crecer, que ayuda a los niños perdidos, que puede volar y que olvida su origen. Yo no acepto esa versión del cuento pero sabía que no se había mencionado por nada, así que durante el día de ayer que todavía siento los efectos de la medicina encuentro la relación.
Algunos estudiosos de la formación de la personalidad en los niñ@s comentan que desde el nacimiento hasta los 7 años l@s niñ@s viven bajo la protección de la madre, solo tienen que llorar, llamar o levantar el brazo para que la madre los atienda (no es necesario que esta madre sea la madre biológica, podría ser un herman@, padre u otra persona que realice el papel de madre), desde los 7 a los 14 se termina de formar la personalidad individual bajo el permiso del padre (repito lo mismo que lo indicado para la madre, será quien realice la figura de padre no necesariamente el padre biológico).
Entro ahora en mi historia personal, la formación de la personalidad en mi es lo que da sentido al amigo Peter Pan ya que yo, posiblemente, no fuese un niño buscado ya que nací a los 20 meses del nacimiento de mi segunda hermana. En aquella época dos niños de edades tan cercanas, tal vez, fue más un problema que una bendición. Además, vine con regalo, una enfermedad rara de las que no matan pero te hacen aislarte de los demás. Hoy pienso que yo mismo la pedí para ganar la atención de mis padres. Conseguí la atención de mi madre, la protección de la que hablaba antes, pero mi padre no apareció en el momento adecuado, trabajo y más trabajo hicieron que él no supiera qué es lo que tenía que hacer. Creo desde la distancia de los años cumplidos que me resultó muy fácil refugiarme en la protección de mi madre y no crecer, amigo Peter. El permiso o pedir permiso significa no decidir por uno mismo, que alguien decida por mi (per-mi-so), así la decisión siempre es compartida, sobre todo cuando eres un niño y dejas toda la responsabilidad en la otra persona. La figura del padre, la del permiso, ha sido compartida con muchas personas, mi madre, mi hermana, un@ amig@, un libro, un profesor,... pero yo, yo no, yo no quiero responsabilidad y sobre mi vida menos. Alguien me dijo una vez que vivía una vida prestada. El Peter Pan que llevo dentro no quiere crecer para no tomar responsabilidad sobre su vida, para no ocupar su espacio porque prefiere no ser visto. Yo, al mismo tiempo, soy el roba y el que se mete en la cárcel cayendo muchas veces en bucles cerrados de tristeza y muerte. No elegí los estudios, no elegí los trabajos, siempre se me han puesto por delante y solo tenía que confirmar las decisiones de los demás. Hasta mi mujer llego sin buscarla, incluso fue ella la que insistió para que estuviésemos juntos, dos veces, a una tercera no habría esperado. Aún así, me sentía afortunado porque las cosas me venían porque sí, el pedir permiso ya era inconsciente, el olvido de Peter pan. Creo que he llegado incluso a la manipulación con tal de no decidir sin la ayuda de alguien.  El niño que no quería crecer, en mi, se preocupó de que no cambiará nada y de esta manera olvidó, incluso, cualquier camino en la memoria que llevara a los recuerdos de la infancia y de la adolescencia, realmente no fui niño, ni interior ni exteriormente. fui un adulto jugando a ser un mal Peter Pan. 
La medicina me ha eliminado las capas y capas de irresponsabilidad, he visto a través de la oscuridad de mi cárcel que he sido yo la causa de todo. De todas manera me quedo con mi Peter Pan, pero ya crecido, este nuevo Peter ya no necesita ninguna protección de nadie, y tampoco necesita pedir permiso a nadie para ocupar su espacio y para vivir su propia vida, aunque sea casi a los 50. Al principio mi amiga me habló de que mi padre tenía que irse, quiero pensar que era algo metafórico y que lo que tengo que hacer para liberarme por completo es matar a ese padre que no estuvo, hacer desaparecer a todos los padres que fueron apareciendo en mi vida y, lo más importante, tengo que recuperar a mi verdadero padre por si, al final decidiera irse. 
Hoy miércoles voy a decir a mis padres que los quiero y liberarlos de la carga que yo mismo les impuse para que me protegieran y me permitieran. A veces un no vale más que un te amo, pero esta vez un te amo vale una vida

No, a Peter pan no lo dejo, su figura y su leyenda me van a guiar a partir de hoy. Otro día os cuento más.
Por cierto, ¿cómo suena lo de ayudar a los niños perdidos cómo terapia?

Gracias a los que habéis compartido esta experiencia con vuestra presencia y con vuestra ausencia, gracias.


Joaquín Pan    
    

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