El silencio

Me atrevo a hablar de algo que considero muy importante y lo comparto.
En mi viaje voy conociéndome más y mejor y por tanto evoluciono y me despierto a la realidad de mi vida y observo que el silencio es el estado del ser. 
Un estado en el que nos encontramos en el centro de la realidad, observándolo todo, como en en el centro de una esfera. Un estado vacío de pensamientos y donde nuestro cuerpo es un personaje más de lo que está a nuestro alrededor. Es un estado puro sin influencias de lo externo y solo en contacto con lo interno. Un punto en el que se trasciende lo material. Donde podemos entrar en contacto con nuestras memorias de esta vida y de las anteriores, y porque no de las futuras. Donde podemos tener acceso a las demás dimensiones y a otros seres y donde podemos tener consciencia de que formamos parte de todo, que somos uno con todo.
A ese estado llegamos con el silencio, con la meditación, con la auto observación, y con cualquier método y técnica que nos haga vibrar en una frecuencia diferente que permita esa conexión. No hay un único método válido ni tampoco la misma técnica es igual para cada ser. La respiración consciente sería la base y a partir de ahí la técnica o método se escoge la que a cada uno nos parezca mejor.
Olvidar al maestro y al guru. Los maestros aparecen en el momento de la vida que te hace falta y para un motivo determinado. Una vez que has aprendido, que te has dado cuenta, dejalo marchar. El maestro volverá a aparecer si lo necesitas. 

El silencio es un estado de no juicios, no críticas, no opiniones, no contar nuestra vida, no expectativas, no ayudar si no nos lo piden, ... Es mantenerte en la posición del observador, en presente, neutro y consciente, en la que le decimos al ego que no se defienda y que deje hacer al ser. 
En el silencio todo es presente, en él todo deseo está ya concedido, en él toda pregunta tiene ya su respuesta, en él no cabe la duda ni la culpa, y en él, el miedo desaparece, no existe, es el estado de felicidad y paz.

Llegar al silencio no es fácil porque pretendemos llegar con todos los condicionamiento de esta vida y si lo hacemos en algún momento este no dura demasiado. Una forma que me está sirviendo a mi en estos momentos es incluir en mi realidad alguna de las características del silencio como el no juzgar, no criticar, dar sin esperar nada a cambio, amar incondicionalmente... Esas características las voy descubriendo, las voy haciendo conscientes a medida que voy incorporando otras a mi vida. Y si yo las llevo a mi realidad los demás también las pueden llevar a la suya. A nivel de energías todo se traslada más rápidamente. Os recuerdo que en el silencio todo es presente. Solo hace falta quitarse el disfraz del yo, del actual, del pasado y del futuro y vivir la vida desde el ser. 
Haz la prueba, incluye algún pequeño cambio hacia ese silencio y mantente atento a las señales que van apareciendo en tu realidad. Una cosa lleva a la otra y ésta a la siguiente. Todo llega a todos en su momento y si queréis que llegue antes haced algo en ese sentido.
Sigo mi viaje...

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