Respira

El miedo lo rige todo en esta vida. Desconozco la razón de porque los seres vivos tienen que matarse unos a otros para sobrevivir. Esa es una pregunta sin respuesta lógica. ¿Por qué tenemos que vivir a costa de otros seres? ¿Por qué no nos crearon con un cuerpo que no necesitase destruir otros seres para vivir? ¿Por qué no nos hicieron eternos? Podría ir planteando más preguntas buscando el sentido de la vida en este planeta cada vez más trascendentes o metafísicas, pero ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene hoy, aquí y ahora preguntarse cómo hemos llegado hasta aquí? Ninguno ¿Voy a ser más feliz si lo sé? No

Entonces ¿para qué malgastar mi energía en eso? ¿Para qué utilizar dinero para investigar todo eso? ¿Por qué no ocupar dinero y tiempo en erradicar el hambre, las guerras y la violencia del planeta? ¿Por qué no dejamos ya de hacerle daño al planeta y a nosotros mismos? Si el dinero es el origen de todos los conflictos ¿Porqué no eliminamos el dinero?

Si tardamos miles de años en evolucionar y llegar a lo que somos hoy está claro que no vamos a solucionarlo todo hoy ¿o sí?

Yo tengo una respuesta a la última pregunta, es mi respuesta y, por supuesto, no es la única posible. También es mi respuesta de este momento en el que escribo estas palabras, es la respuesta de hoy.

Bien ahí va:

Creo en la reencarnación, cada día por la mañana cuando me despierto me reencarno y tengo todo el día para vivir, por la noche cuando me duermo muero y me desencarno. Lo único que tengo en propiedad es mi vida por lo que durante mi único día en este mundo voy a ser feliz. Voy a vivir en paz, no voy a hacer daño a nada ni a nadie, voy a relacionarme con otras personas, animales y cosas que me encuentre como la primera vez, como un bebé que ve por primera vez a su madre. Y como el bebé amaré incondicionalmente, tocaré todo lo que encuentre y lo observaré sin ningún sentimiento de propiedad, ni apegos, ni juicios. Como el bebé confiaré en todo lo que me rodea porque desconozco el miedo. Sólo voy a gastar energías en respirar, en vivir. Un bebé no entiende de pasado ni de futuro. Tampoco entiende de trabajo, de status y, por supuesto no sabe lo que es el dinero.

Haz el siguiente ejercicio de imaginación:

Imagina que el día de hoy es así. Durante el día de hoy no estás provocando hambre, guerras ni cualquier otro conflicto. Estás haciendo que tu energía sea de paz y amor incondicional. Transmites información de paz y amor a tu entorno. Las personas, los animales y las cosas que están en tu realidad están percibiendo esa energía y esa información de paz y amor. Ahora esas personas deciden vivir su día de la misma manera y trasladan esa energía y esa información a más personas, animales y cosas. Sigue imaginando, ahora en este día todo el planeta vive su día de la misma manera. ¿Te gusta lo que ves?  Por último, imagina que no hay mañana y que no recuerdas nada de ayer, que no existe el tiempo, solo es hoy, solo es ahora ¿cómo te ves?

Ahora deja de imaginar. ¿Cómo te sientes?

¿Quieres sentirte así otra vez, tal vez, siempre? Pues la receta es fácil:

Respira, pero esta vez nota como el aire entra por la nariz, baja hacía tus pulmones, nota que tu abdomen se expande, sigue el aire de vuelta a tu nariz o tu boca y nota como sale del cuerpo. Repite esto siempre. Es lo único que necesitas para saber que estás vivo. Todo lo que esté en tu realidad lo verás de manera diferente. Habrá cosas y personas que verás por primera vez aunque siempre hayan estado delante de ti. Acepta tu pasado pero solo para situarte aquí y ahora. Olvida el futuro. Y vive aquí y ahora porque el miedo no cabe en ese escenario.

Hagamos que todo el mundo se dé cuenta de que está vivo. La forma en que cada persona viva su vida es su elección. La mía es, respirar.

Sigo mi viaje...