Tengo la solución

La solución eres tú.


No hay problema sin solución.


Luego tu eres el problema.


Dale las vueltas que quieras. Si aceptas que somos duales, podemos entender el problema desde dos puntos. Pues cambia el punto y lo verás al revés. Dejarás de ver el problema para ver la solución. Pero si aceptas la unidad problema y solución es uno, eres tú.

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