Tendencias naturales

Siempre que abro el blog me quedo delante de esta página de Entrada, me paro unos momentos, surgen palabras o ideas sueltas y si me dejo llevar encuentro un hilo que las une. Después empiezo a escribir, a veces con una estructura determinada, otras fluyendo con lo que va saliendo sin ningún orden. También hay veces que termino cerrando el blog sin haber escrito nada.

Hoy las palabras fueron: búsqueda, equilibrio, felicidad y tendencia. A ver que sale de todo esto. 

Me he dado cuenta que la búsqueda es un autoengaño. Decimos que buscamos para hacernos sentir que estamos haciendo algo. Algo que compense aquello que sentimos por no mirar lo que realmente esta pasando o para evitar sentir algo que nos hace daño. Es de alguna manera un huida casi siempre hacia fuera, aunque se está poniendo de moda buscar en nosotros mismos, la "búsqueda interior". Un amanecer se ve o no se ve pero no se puede buscar. Se ama o no se ama pero no puedo buscar amar. Al final se resume en una decisión, como no quiero sentir dolor o no quiero sufrir, decido no ver. Cambio el foco de atención de donde duele hacia algo que me haga olvidarlo. Esa decisión me lleva a creer que eso que todavía no tengo me va a solucionar el problema, y me contento diciendo, voy a buscarlo. Mientras mi mente esté ocupada en buscar no permite al resto de mí sentir. Empiezo con un punto al que quiero dirigirme y, rápidamente, aparecen los planes, los cómos, los caminos, las técnicas que "necesitaré" para encontrar lo que busco. La mayoría de las veces el foco cambia por lo que vuelvo a cambiar los planes, los cómos, etc. se convierte en una adicción, la mente lo convierte en una forma de vida, casi siempre en la única forma de vida. 
La búsqueda termina cuando empiezas a ver lo que antes no querías ver, en ese momento te das cuenta que la búsqueda no era necesaria ni los planes, ni los cómos, ni los caminos..., sólo una decisión que te lleve a mirar de frente lo que realmente lo ha originado todo. ¿Sabes qué? que algo se convierta en dolor y sufrimiento es el resultado de otra decisión. Siempre hay una decisión en el origen producto de vernos separados de lo que nos rodea y de la comparación. Tener razón es resultado de la comparación. Defender esa razón es una decisión. Amar te saca de la comparación, por eso no hay razones que valgan en el amor. Como dice un amigo prefiero amar antes que tener razón. 
La búsqueda es para mí el resultado de la comparación, no soy perfecto y necesito algo de fuera o algo que no veo en mí para serlo. Uno es perfecto siempre, deja de serlo cuando se compara, cuando decide no verse perfecto. Si preferimos compararnos no pararemos de buscar, una pareja, estudios, dinero, hijos, la jubilación, una muerte digna, una herencia,... Si preferimos amar todo eso deja de importar. Pareciera que amar fuera dejarnos llevar por la corriente, pero no es así, amar implica tomar esa decisión en cada instante. Si dejamos la decisión en manos de otros terminaremos copiando y haciendo lo mismo que los demás, buscar. Fluir de esa manera también es fruto de una decisión. Lo siento, amig@s, vivir también fue una decisión.
Nos hemos dejado llevar descargando la responsabilidad de nuestra vida en la familia, en la tradición, en la sociedad o, incluso, en vidas pasadas. Parece que nos resulta más fácil tomar la decisión de aceptar como propias las decisiones de los demás. Una descarga de responsabilidad que encubre la decisión de no vernos perfectos, el resultado de la comparación. Siempre estamos decidiendo, y parece que necesitamos conocer la vida de la humanidad para poder decidir hoy, en este instante, si lo que está sucediendo me afecta o no. Pero esto no es necesario, la vida en cada instante nos pone delante infinitas posibilidades entre las que elegir, y decidir es de lo más fácil, lo hacemos siempre, lo que no queremos es tomar responsabilidad sobre el resultado de esa decisión.

Cambia buscar por ver, eso es otra decisión.

El equilibrio y la felicidad es el estado natural de todo y siempre estamos ahí aunque no lo veamos.  La búsqueda es el constante desequilibrio. Existe la idea generalizada de que la felicidad es algo que no se tiene y hay que buscar. A más búsqueda la felicidad se aleja. 
Todo en la naturaleza tiende al equilibrio de forma natural sin esfuerzo, la búsqueda es antinatural porque tiende al desequilibrio. Sólo es necesario decidir adaptarnos a los ciclos naturales para tender siempre al equilibrio y la felicidad. Se me ocurre ahora que releo este texto que alguien puede pensar que sin búsqueda no hay evolución pero, que es la evolución si no la huida hacia adelante de un ser que no se siente perfecto. Tal vez ahí está la cuestión porque si todos nos viésemos perfectos se produciría un salto de conciencia que nos llevase a otra dimensión. Mientras esa decisión no la tomemos seguiremos repitiendo los mismos patrones de decisiones antiguas que evitan la toma de responsabilidad sobre nuestra vida.

No sé si es interesante lo que he escrito o es un rollazo impresionante, pero debo añadir que he sido feliz escribiéndolo. Esa fue mi decisión.

Joaquín Pan

         

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