Levántate


Un día me levantaré y dejaré dormido a ese que siendo el protagonista de lo que me sucede no soy yo. 

Me levantaré y ya no podré volver a dormir.

El mundo del que se levanta ya no es el mismo del que era estando dormido. Por más efímeros que sean los momentos de levantarse provocan cambios en el mundo en el que vive el dormido. El que duerme no quiere dejar de dormir y no verá cambios por más que sean evidentes. 
A veces me levanto sintiéndome Uno y me vuelvo a dormir siendo yo. 
Siento que habrá un instante que aparecerá sin darme cuenta de que ha llegado para darme cuenta de que siempre estuvo ahí. Traspasado ese punto no habrá un retorno, no habrá un punto de partida, no habrá un origen ni tampoco una meta. Es difícil o, al menos, resulta complicado escribir con palabras lo que se siente al otro lado. Cualquier experiencia va a ser imposible describirla con los elementos de este mudo dormido porque quien las escribe ya no está dormido.

Hay algo que trasciende lo físico, somos mucho más que el cuerpo. Podemos vivir la vida desde el cuerpo, y sólo desde ahí, o podemos levantarnos, elevándonos sobre él y vivir la vida por encima de él, literal. Lo primero sería lo más cercano que puedo describir el estar dormido. Cuando te levantas y te ves  ya no puedes ver el mundo de la misma manera. La conciencia se amplia, o más bien, cada vez que nos levantamos somos más conscientes de ella. La vida parece que limita esa conciencia reduciendo nuestro campo de visión al del ser humano. Así es y así lo hemos elegido, vivir la vida de una manera limitada como ser humano y, al mismo tiempo, con la potencialidad de verla y experimentarla en su totalidad.
Eso da sentido a la vida

Los pensamientos, las emociones y los sentimientos son experiencias humanas y todo lo que vemos desde nuestra conciencia humana lo describimos a través de esos elementos. Es imposible para un humano no hacerlo así. Habría que trascender la conciencia humana para poder describir la realidad tal como es y, aún así, sería como hablar en un idioma que nadie entiende.

El humano se pregunta cómo se hace, qué curso o enseñanza hay que seguir para ello, incluso aquel que lo explica lo hace desde su punto de vista humano. Es imposible ayudar a los demás en ese camino, ni siquiera hay un camino verdadero, hay infinitos. Tú eres tu propio maestro, eres gurú y discípulo al mismo tiempo. No sé. Todo lo que sé es una experiencia humana y, por tanto algo limitado, he optado por no saber, solo respirar. Todo lo que hay en tu mundo tiene información sobre ti, observa y conócete.

Como dijo el poeta:

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

El poeta se levantó y caminó.

Como dijo otro:

Levántate y anda

Ojala pudiera levantarme y verte aquí a mi lado. No puedo dejar de ser humano.







 

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