Uno, dos y todo a la vez
Esencia / experiencia
Unicidad / Dualidad
A propósito de la presencia
Conectar con el presente es conectar con el
mundo físico.
¿Por qué queremos huir del mundo físico, del
presente?
¿Qué beneficio obtenemos de estar
desconectados?
La presencia conlleva experiencia de lo que
está presente
Lo que no está presente lo representamos. Lo
imaginamos
¿Nuestra imagen no está presente?
La antesala de la unicidad
Hay al menos dos niveles de ilusión, la
interpretación de lo que percibimos que sucede y lo que compartimos con los
demás. Lo virtual se convierte en más real que lo real.
Desde nuestro punto de vista como personas somos individuos diferentes. Nos abrimos a ver algo más que a nosotros mismos cuando sumamos a ese nosotros a todo lo que está presente en ese instante. En ese momento empezamos a ver desde la mente que lo incluye todo y dejamos de ver desde nuestra mente personal. Entonces podemos ver a los otros como parte de mí, como otras formas de expresión de mí. Es la forma más cercana de sentir la unicidad desde la dualidad. Nos hacemos presentes junto a todo lo demás y empezamos a ver la "realidad" más cercana a la realidad mientras seguimos estando en la dualidad y, por tanto, en la ilusión. En ocasiones podemos llegar a percibir los mal llamados deja vu como si se dieran al mismo tiempo dos escenas que, en realidad pertenecen a los universos paralelos o los cada vez más de moda multiversos. Siguen siendo ilusiones que no podemos ver en su totalidad porque eso implicaría dejar la dualidad para estar en la unicidad.
Quien ha pasado a la unicidad y es consciente de ello puede sentirse sólo, una soledad absoluta pues descubre que todo lo que creía que era no es real. Para una mente personal es sumirse en el caos absoluto que se traduce en el mayor miedo que se puede sentir, la sensación de vacío. Esta sensación desaparece inmediatamente cuando ese vacío se ve como la plenitud donde todo es al mismo tiempo, donde no hay nada separado de nada. Si después de tomar consciencia de ese vacío volvemos a este mundo dual podemos recordarlo solo como el miedo que da sentirse sin aquello que creías que eras. Aquí lo llamamos miedo existencial y solo lo podemos ver nosotros aquí. Si hacemos consciente que todo es una ilusión y que realmente estamos aquí para jugar y que tenemos todas las posibilidades intactas para ello, en ese momento, la vida puede volverse fascinante, el miedo deja de existir. Tu imagen se vuelve como el jugador del juego de la vida, pero ahora sabes quién está detrás y que puedes cambiar lo que quieras, creando, tal vez, un universo diferente. Aunque sepamos que ese universo ya estaba contemplado en la unicidad, nuestra conciencia limitada nos permitirá verlo como separado y lo podremos experimentar.
La decisión
Si fue una
decisión de la unicidad que nos viésemos separados para vivir está ilusión de
la dualidad, porque parece que tenemos tantas ganas de huir de esta dualidad
para ir a la unicidad, qué prisa tenemos en tomar atajos si realmente ya
estamos allí.
La vida es un regalo por eso lo llaman
presente. Cuanto más cercanos vivamos la vida a ese presente, más
real será, más felicidad, más paz y más amor habrá. A más lejanía, más percepción de
separación, más conflicto y más miedo. Gráficamente, vivir el presente acerca
los dos extremos de una línea llegando casi casi a fundirse en un punto. A
mayor ilusión la línea se agranda haciendo que los dos extremos estén cada vez
más separados, la dualidad. Esta dualidad no es otra cosa que lo que hemos
decidido experimentar.
Enfoque
Hace poco por un desprendimiento de retina en el ojo izquierdo he tenido que hacer terapia visual para corregir en lo que se pudiera la visión tanto de ese ojo como de los dos a la vez. Había que aprender otra vez a mirar con mis ojos, tal vez una segunda oportunidad para rehacer mi interpretación de la vida. Bueno esto da para otra entrada. Me quiero quedar con uno de los ejercicios que se trataba de mirar en una cuerda a tres bolitas que tenía insertadas. Tenía que poner la cuerda atada en un extremo y el otro mantenerlo con una mano a la altura de la nariz. El ejercicio consistía en separar las tres bolitas a lo largo de la cuerda y enfocar la mirada de ambos ojos en una de las bolitas. Al mirarla si los ojos funcionan correctamente la podías ver como una mientras que las otras dos aparecían dobles. Es decir, los ojos humanos son capaces de ver uno y dos a la vez. Si mirabas otra bolita eran las otras dos las que aparecían duplicadas. Volviendo a lo escrito más arriba el enfoque de la mirada en ese instante en un punto determinado me hace verlo como uno mientras que el resto está desenfocado volviéndose como doble.
¿La vida dual es una cuestión de enfoque?
¿Todo a lo que no le estoy prestando atención es dual?
Sin embargo, si te abres a verlo todo puedes ver una bolita enfocada y
dos duplicadas al mismo tiempo o dicho de otra forma ves lo uno y lo dual
junto. Todo está ahí, la bolita enfocada y la ilusión de ver las otras dobles. Solo tengo que enfocar, prestar atención. Ahí está nuestro poder de
decisión en este mundo dual, dónde enfoco la mirada y a que presto mi atención.
Tengo la sensación de haber entrado en una contradicción, porque pudiera parecer que si podemos abstraernos de lo que está sucediendo viendo lo observado y al observador al mismo tiempo como una elevación de conciencia y, por otra parte, estar lo más cerca posible de lo que sientes, del cuerpo, de lo que está sucediendo también te acerca a la esencia. Mientras escribo me doy cuenta que, tal como he comentado más arriba, podemos verlo todo a la vez aunque esté desenfocado, por lo que no cabe contradicción alguna, todo es al mismo tiempo.
La experiencia solo es posible a través del cuerpo y la vida solo es posible a través de la experiencia.
Ya que he decidido vivir esta experiencia y, aunque las posibilidades de vivirla estén ya dadas puedo jugar esta ilusión de ver solo parte de la realidad sabiendo que todo lo demás también está aquí y ahora.
Interesante este juego de la vida.
¿Y tú desde donde ves tu vida?
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