Maldito orgullo, benditos montes

Hola a tod@s

Siento rabia al darme cuenta de que el orgullo me impide aceptarme y aceptar lo que recibo del mundo. Hace poco hablaba con unos amigos de que uno de mis miedos, sino el principal, era la falta de reconocimiento, necesito que otros me reconozcan para no sentirme vacío. El orgullo me hace ver otra vez que son los demás los que me han de reconocer cuando yo no soy capaz de reconocerme. Esta emoción me limita, bloquea y me impide ver.

Acepté la soledad de no ser un niño buscado (vine a este mundo de "rebote"), acepté la soledad de tener (o crear) una enfermedad que me alejaba de los demás y me lo creí, casi 40 años pensando que todo en mi vida lo tenía que hacer solo como si fuera cosa del destino. Pero no, ahora, me doy cuenta de que yo elegí esa vida de "soledad" para , tal vez, llegar a este momento, y poder decir, a grito pelado que no necesito estar solo, que no estoy solo, que soy uno con los demás. Pero queda la última batalla esa que voy a lidiar con ese que se creyó que sí podía vivir solo, ese que se construyó una armadura con el material más fuerte que existe, el orgullo.

Tengo que serenarme, encontrar otra vez el silencio detrás de las emociones y empezar a trabajar ese orgullo.

De momento tomaré unas flores de Bach para acompañarme en el camino de encontrarme a mi mismo, para deshacer el camino y volver a "casa", para desaprender.

Cuantas veces he escrito en este blog movido por el orgullo, no tanto en la creación de las entradas sino por la esperada respuesta de los que accedieran a este sitio. Ese reconocimiento ya no lo quiero, no me sirve para nada, solo tuvo interés para reforzar y sacar brillo a la armadura de ese que se creía que estaba mejor solo. 
Echando la vista atrás veo que he ido tomando decisiones para reforzar a ese, mi Ego, todo lo que sucedía delante de mi lo percibía y lo interpretaba bajo el prisma del orgullo, buscaba con las decisiones justificar lo que me pasaba como diciendo "ves todo tiene sentido, es mejor estar solo, vivir la vida en soledad porque así lo elegiste" y yo me sentía orgulloso de que eso fuese así. El pez se mordía la cola, yo mismo lo alimentaba. El orgullo vino por estar solo, por creerme que eso era así durante años, y todo en la vida me llevaba a refugiarme en eso en la soledad que, a su vez, generaba más orgullo. 

Las cosas negativas que me han sucedido como decisiones equivocadas, o enfermedades, o defectos míos o de algo que compraba se convertían en algo positivo y de orgullo porque me daban la oportunidad de ser diferente de los demás, yo tenía algo que los demás no tenían y eso me hacía ser único. Lo peor venía cuando el reconocimiento desde fuera era negativo, esto hacía que me encerrara más en mi soledad, ya que el orgullo no me hacía ver mis decisiones como algo malo si no que lo que era malo era lo que venía de fuera. Orgullo y soledad.

Las cosas positivas que me han sucedido aumentaban mi orgullo cuando eran fruto de mis decisiones, eran como medallas que tenía que lucir ante los demás. Pero si lo positivo venía desde fuera era directamente rechazado porque mi orgullo me impedía aceptar algo externo que no hubiese sido iniciado por mi. Orgullo y soledad nuevamente.

Para los que sepan de flores de Bach, un Water Violet de libro.

Tengo claro que lo elegí cuando me encarné en este cuerpo pero lo hice para poder trabajarlo en esta vida, para transformar el orgullo en humildad. Espero que el orgullo sepa cuando lo han vencido y se retire a un lado y que aparezca solo cuando sea necesario pero que no dirija mi vida.

No tengo más remedio que aceptar el orgullo como compañero de viaje, perdonarme a mi mismo por repetir esa limitación durante muchos años y darle la vuelta a la tortilla de mi vida.

Gracias a tod@s los que en este momento de mi vida estáis acompañándome en mi viaje para dejar de ser el guardián de mi viaje (que es lo único que he sido hasta ahora) y ser, si me lo permitís, el guardián del viaje.

Ahora cobran sentido las palabras:

Lo siento, Perdóname, Gracias, Te amo

Benditos Montes

Jo a quín

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