¿Qué nos hace daño?

No me refiero al daño físico producido por algo externo. Aunque podríamos llegar a encontrar alguna relación entre ese daño y lo externo me voy a referir al sufrimiento que sentimos ahora pero que tiene su origen en otro momento.

Lo que nos hace daño no es el recuerdo negativo de algo que ya pasó, lo que nos hace daño es nuestra resistencia a cambiar ese recuerdo. Negativo o positivo es una etiqueta, un calificativo que le ponemos nosotros, nada más.

Nos identificamos no solo con nuestro cuerpo físico sino con todo aquello que nos ha pasado en nuestra vida sin diferenciar si ha sido bueno o malo para nosotros, aquí entran las emociones y los pensamientos. Cualquier cambio de ese conjunto con el que nos identificamos es designado como un ataque, por lo que lo evitaremos por pura supervivencia. La paradoja es que nos aferramos más a lo que calificamos como negativo que a lo que calificamos como positivo, es como si fuese más importante tener el enemigo en casa controlado que al amigo. Cuando vuelve a suceder algo que nos trae al presente un recuerdo estamos tan apegados a él que lo sentimos como parte de nosotros. Un cambio supone perder algo de nosotros, así que, lo evitamos y pensamos que así no sufriremos. La vida que no deja nada atrás volverá a ponernos por delante otra vez lo mismo hasta que dejemos de resistirnos y decidamos vivirlo y transformar ese recuerdo en lo que vino a enseñarnos.

El sufrimiento es la resistencia al cambio. A más resistencia, más sufrimiento.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuerpo vs Mente

Notas del ser (75) Encaje

Cartas a mí mismo 8