La Caja que hemos construido

El maestro Dogen dijo:

"Si mantienen las manos abiertas, 
toda la arena del desierto pasará por sus manos. 
Si las cierran, no obtendrán más que unos pocos granos".

Leído en http://camino-del-amor.blogspot.com.es/

Nuestra atención se enfoca en algo y lo hace consciente. Todo lo que no es enfocado por nuestra atención permanece inconsciente. 

Tenemos la idea de que lo inconsciente es malo por definición, "la sombra", pero no es así, lo único que sucede es que no es enfocado por nuestra atención en este momento. Es como entrar en un lugar sin luz con una linterna encendida, aquello que es iluminado por la linterna lo podemos ver y lo que queda fuera de ese foco de luz no, lo cual no significa que no esté ahí.

Si tuviéramos unos sentidos que nos hicieran percibir todo lo que nos rodea y fuéramos conscientes de la Totalidad, dejaríamos de ser algo separado y seríamos la misma Totalidad, dejaría de haber un yo diferente del resto y no podríamos experimentar lo que somos.

Si nos hemos dado la oportunidad de separarnos de la Totalidad para poder experimentarla no podemos ser conscientes de Todo. La consciencia Total no existe en este mundo físico, aquí la separación conlleva que siempre habrá algo inconsciente. Es la única manera de experimentar y de vivir.

Hemos llegado a un punto en el que la parte consciente es muy pequeña porque hemos ido guardando en el inconsciente todas las cosas que no queremos volver a ver o las cosas de las que no nos queremos desprender, además de todo lo que no queremos conocer. Cada vez limitamos más y más el campo de visión, reducimos el enfoque de nuestra atención y nos encerramos. Nos hemos metido en una caja y vemos el mundo a través de un pequeño agujero. Como dice la cita inicial solo tenemos unos pocos granos y nos perdemos toda la arena del desierto. 

La caja en la que nos metemos es la del entendimiento, que no es más que aceptar solo aquello que es acorde con lo que hay dentro de la caja. Todo lo que no está de acuerdo con el interior es enviado al inconsciente. Preferimos que cada grano que entre en nuestras manos sea como queremos que sea y dejamos fuera de la caja todo lo que no sea así. 

Menos mal que el inconsciente quiere hacerse consciente y va haciendo nuevos agujeros en la caja para que podamos verlo. Aunque nos empeñemos en taparlos volverán a a salir una y otra vez, porque la Vida solo tiene un fin, que salgamos de la caja que hemos construido y volvamos a Casa. 
La Casa es, por supuesto, la Totalidad, la Consciencia Total. 
La caja es la conciencia, cuanto más grande más conscientes somos.

Solo podemos decidir en esta vida, y el libre albedrío nos da la oportunidad de decidir la forma en que construimos y destruimos la caja.

Joaquín 

En el proceso de su disolución, gracias a tod@s


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