Yo confío

Sigo caminando.... gracias a la Vida

Observo en mí que igual que entro en callejones sin salida con un bajón anímico importante, también me encuentro con momentos de euforia. 
Observo que me cuesta poco salir de los callejones donde me meto, pero también me cuesta poco salir de la euforia. En poco tiempo vuelvo al centro, lo que no sé es si he aprendido algo con lo que me sucede. Tal vez lo importante no sea cual sea la emoción sino como la gestione. 
Observo que aprendo algo. Cada vez creo más en que todo lo que sucede sigue un plan mayor que, en un momento anterior, diseñe yo mismo. Todo se inicia con una decisión que pone en marcha un proceso que va a suceder quieras o no. y si no se produce el aprendizaje, se repetirá en otro momento. Menuda escuela la Vida.

La palabra confiar toma en todo esto su mayor significado. 
Confía en la Vida porque tú así lo decidiste en otro momento. Si observas, todo se pone en marcha para que puedas aprender, el comentario de un amigo, las dudas de tu mujer, los miedos de tu hija, un vídeo que un día dejaste a un lado y hoy vuelve a aparecer, un libro que te llega de la forma más inesperada, una queja de un cliente, un día lluvioso,...  cuando te das cuenta, cuando algo que te sucede ahora toma sentido en tu vida llega el aprendizaje. Es como si abres todas las puertas, todas las ventanas para que entre aire nuevo en tu casa. Te sitúas en tu centro y empiezas a ver todas las posibilidades ante ti y solo tienes que escoger una. La mente se alinea con todo tu Ser y, simplemente lo ves.

Así que si te ves encerrado por un problema y no ves la salida, confía, permite que lo que está sucediendo sea como es, no luches, no intentes comprender el porqué, acepta lo que está sucediendo, sea lo que sea, siéntelo, siente la emoción que sea, deja que las emociones pasen por delante sin pararlas ni rechazarlas como los pensamientos en una meditación, de esa manera te sitúas en tu centro que te dará la posibilidad de ver que solo tú te encerraste y que igual que lo hiciste lo puedes deshacer.

Puede parecer que con esto te esté diciendo que veas como algo externo todo lo que te sucede con una actitud pasota, y es todo lo contrario. Mientras lo que te pase lo veas como algo externo no vas a ver.
Tienes que ver que lo que pasa forma parte de ti, tienes que sentirlo tal como es no como tú interpretes que es. Se trata de observar lo que sientes pero sin interpretar, aquí la mente tiene poco que decir. La interpretación que la mente hace de lo que sucede te aleja de lo que es, te saca de tu centro, te limita ver todas las posibilidades en ese momento y coarta tu libertad a la hora de escoger. La decisión tomada en base a la interpretación será la más segura, pero esto no supone aprender de lo sucedido. Y si no se aprende en la escuela de la Vida, se repite. Volverá a darse otra situación donde se pueda aprender, no hay límite de repeticiones. 
Hay que vivir la Vida no huir de ella.
¿Por qué me protejo de la Vida?
¿Por qué no amo la Vida?
¿Por qué no confío?
¿Por qué prefiero actuar a Ser?

Gracias

Joaquín

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