Ser

En el Facebook hace unos días me llegó algo compartido por un@ de mis ami@s que me ha hecho reflexionar.

Mirar hasta donde llega este mundo de comparaciones y competencias que no podemos vivir sin tener enfrente un "enemigo", alguien a quien ganar en las disputas del día a día. Y si no hay nadie o nada a lo que enfrentarse hemos de ganar la batalla en nosotros mismos, la eterna lucha del ego y el alma, el "bueno" y el "malo".

La imagen compartida decía:

"Ser importante es del ego. Ser feliz es del alma"

Conclusión: Nadie puede ser feliz si se considera importante porque el ego es malo y solo el alma puede conseguir la felicidad.

Mensajes como estos mantienen la lucha constante en nuestro interior por ver quien de los dos gana ego o alma. Esta lucha se proyecta fuera creando conflictos donde no existen. ¿Cuando nos daremos cuenta de que participamos en todas las guerras que se dan en nuestra realidad?

Ego y alma o personalidad y alma son las dos caras de la misma moneda, tú. Tú eres la balanza y unas veces pondrás más peso en uno de los platillos y otras más en el otro, pero esto no es una guerra de buenos y malos. No hay tal guerra solo hay una vida experimentándose a sí misma. Esta vida tiene los dos componentes y, lo más importante, tú has venido a jugar y has aceptado que esto sea así.
Cada uno tiene su propia balanza, no hay dos iguales.
He escrito en otras ocasiones que cuanto más cerca de nuestra alma más felicidad tendremos. Pareciera que me decanto por uno de los platillos, en este caso el del alma. Pero no es así, la felicidad de la imagen es una felicidad efímera que obtenemos cuando somos "buenos" y eso lo asociamos al alma, nuestra parte "buena". La felicidad que he compartido en otras entradas es una felicidad innata sin condiciones, en el caso de la balanza se daría cuando ésta esté en el cero, en equilibrio. Esto no va de un angelito "bueno" y un diablillo "malo" que nos dirigen la existencia girando a derecha o izquierda según a quien hagamos caso. Esto es una alma encarnada en un ser humano que para conocerse necesita sentirse "separada" con una personalidad que la haga diferente de los demás, cuando en realidad es la misma alma viéndose en los demás a si misma en otras facetas para poderse conocer plenamente. Es como un espejo donde podemos ver el otro lado o ver solo el reflejo. Somos todo a la vez.

Este fin de semana he visto una película que le dijeron que viese mi hijo de 9 años y que representarán en una pequeña obra de teatro. Se trata de Almanya, bienvenidos a Alemania. En ella una familia turca vuelve a su país natal después de emigrar a Alemania 40 años atrás. Al final de la película la nieta del protagonista dice lo siguiente:

Un hombre sabio contesto una vez a la pregunta quién o qué somos diciendo:
Somos la suma de todo aquello que ocurrió antes de nosotros, de todo aquello que tuvo lugar ante nuestros ojos, de todo aquello que se nos hizo. 
Somos cada persona y cada cosa que ha influido en nuestra existencia o que ha sido influida por la nuestra.
Somos todo lo que pasa después de que ya no existimos y lo que no ocurriría si no hubiéramos existido.





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