Lo que surja

Hola

Hoy lo que surja. 

Os iba a hablar del Ego y de como toma las riendas de nuestra vida cuando le dejamos. Las actuaciones del ego son fruto de la repetición con el único fin de la supervivencia. El ego es el que habla en tu cabeza como compartía Luis Jimenez en el Face hace unos días. 
Si escuchas lo que se dice en tu cabeza es que hay alguien más escuchando. Ese alguien eres tú siendo el que habla tu creación, tu ego. Escuché en un video que Freud utilizó este término para diferenciar el que habla del que escucha y utilizó la palabra yo en griego. Los griegos antiguos hablaban del ego como yo, y hablaban del alter ego para referirse al otro. Con el tiempo se fue quedando ego para lo creado dejando a un lado lo de alter. Alter ego es ese al que creamos durante nuestra vida y que nos sirve para relacionarnos con el mundo, algo así como un piloto automático, una especie de robot que va aprendiendo y se va adaptando a lo que sucede en la vida y que actúa por si solo sin consciencia. El otro, el yo, o sea, tú, es el que escucha, el que observa y el que decide, aunque la mayoría de las veces la decisión es que actúe el otro, el alter, el ego.

No hay que luchar contra el ego como si fuese tu enemigo, eso sería algo así, como luchar contigo mismo y tu defensa, el ego, se autoatacase. Es ilógico ¿no? Creo que esto sería una respuesta del ego.

Veo que muchas cosas que se comparten en las redes sociales hacen que mi ego se sienta atacado e intente rebatir o matizar lo que lee como si el que tuviese la única verdad fuese él. Siento que alguien que me lea pueda encontrar en lo que escribo contradicciones o cosas sin sentido pero es lo que va surgiendo y no puedo asegurar al 100% si sale de uno o del otro o es una fusión de ambos. De alguna manera vamos juntos en el mismo viaje. 

Lo escribí hace un tiempo, no existe nada más de lo que puedo ver, y solo puedo ver lo que tengo guardado en mi memoria. Si veo algo nuevo lo guardo en mi memoria pero lo adapto a lo que haya guardado anteriormente en ella. Veo el vaso medio lleno o medio vacío porque el agua que contiene se ha adaptado al vaso que estoy viendo. Ese vaso es lo que tengo guardado en mi memoria y lo vamos construyendo durante la vida. Puedo ver un líquido nuevo pero lo adapto a mi vaso. 

Tenemos la libertad de, en cualquier momento, saltarnos eso y destruir parte de ese vaso, hacerlo más flexible o destruirlo por completo para construir uno nuevo. para que lo entre en él pueda verse como lo que es y no como es a través de mi vaso. Para ello, recurrimos casi siempre al sufrimiento como motor de ese cambio. Pero no es necesario esperar a que ocurra algo que nos produzca tanto dolor y sufrimiento para que nos haga cambiar el vaso, podemos hacerlo a través del amor.  
El amor diluye el vaso pero el ego salta rápidamente y dice: ¿y como demonios se hace eso?

Dar es la solución. Amar es dar.

Cuando das algo, sobre todo cuando te has identificado con ello, como una parte de ti, de tu ego, te liberas, te quitas una carga, entonces el vaso disminuye su grosor, en función del peso de lo liberado será la flexibilización del vaso.

Cuando te das cuenta de algo rompes el vaso aunque sea un pequeño trozo. Lo podrás reconstruir de otra manera más acorde contigo, con tu yo, no con tu ego, conscientemente. Hay veces que el darse cuenta es una eliminación total del vaso provocando una visión real de la vida. Darse cuenta es darse a uno mismo la posibilidad de verse, de ser consciente, de conocerse, de ver al alter, de cambiar. No es duradero si realmente ese que escucha no toma la decisión de pasar a la acción y que se materialice lo nuevo. Te das cuenta pero aparece el mensaje ¿El vaso va a ser eliminado? con dos botones Aceptar o Cancelar. Si en ese momento dudas, has pasado el mando al alter y aunque presione el botón Aceptar solo estarás creando una nueva imagen del vaso pero el vaso real seguirá siendo el de siempre. Esta decisión debe ser consciente. 

Para plantear esta entrada como "lo que surja" me ha salido interesante. Cuidado, una etiqueta implica un juicio y esto es cosa del alter. Veis no es fácil mantenerse en la posición del observador. Esto último también es del alter.

Seguiré escribiendo.
Gracias por estar ahí y por permitirme hacerlo.

Amen no hay más.    


  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuerpo vs Mente

Notas del ser (75) Encaje

Cartas a mí mismo 8