Cartas a mí mismo 4

Elegir ser feliz

Yo mismo he dicho y he escrito que uno debe elegir ser feliz siempre y que si conseguimos cambiar nuestras creencias, cambiaremos las de nuestro entorno más cercano y, sucesivamente, todo el mundo podría ir en la misma dirección consiguiendo la felicidad de todos. En algún sitio leí que sólo tenemos que ocupamos de lo que sucede dentro de un círculo de 1 metro de radio en el que nosotros fuésemos el centro y conseguir que dentro del círculo solo exista amor y felicidad. Si ahora imaginamos que todas las personas hacen lo mismo y que interactúan unas con otras los círculos se multiplicarían hasta abarcarlo todo.

Como las ondas que se producen en la superficie del agua al lanzar una piedra. Si se lanza una piedra se producen ondas que se expanden en círculos concéntricos cada vez más grandes pero que van diluyéndose conforme se agrandan los círculos, pero si se lanzan varias piedras a la vez toda la superficie se llena de ondas al contactar unas con otras llegando cada vez más lejos, y si el lanzamiento de piedras fuese continuo el movimiento del agua no cesaría nunca y se pasaría efectivamente a un estado diferente donde el agua estaría en constante movimiento de amor y felicidad. Habría una “evolución”, el agua ya no estaría nunca en el estado anterior, como el agua del mar. Incluso se podría analizar cuantas piedras sería necesario lanzar para conseguirlo, la famosa masa crítica. Ese efecto lo podemos trasladar a las personas donde la piedra sería una creencia positiva que partiendo de una única persona puede llegar a toda la humanidad.

Todo eso está muy bien, sería algo así como un proceso a seguir pero, qué hacer, cómo hacerlo, cuándo y dónde hacerlo, es lo que uno se pregunta porque el mismo resultado tendría si la creencia es negativa. Ahí entraría la conciencia. Si el proceso se da entre personas conscientes el resultado sería el positivo pero si el proceso se da entre personas inconscientes el resultado podría ser cualquiera.

Yo no puedo olvidarme de un día para otro de que estoy casado, que tengo dos hijos pequeños, que tengo un trabajo y que lo necesito aunque no sea lo que más felicidad me aporta. Dicho de otra forma para arreglar este mundo hay que partir de las creencias, tradiciones,... en las que todo está basado en este mundo. En este punto me encuentro ahora. Saber desde qué lugar lanzar la piedra al agua. ¿Me ayudas?

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