Cartas a mí mismo 8

Un ejercicio de visualización

Visualiza que eres una célula de un cuerpo pero que no sabes cuál es tu función, y pides ayuda a las demás células. Esa célula sabe que puede estar en el cerebro, en el hígado o en uno de los músculos del ano, pero desconoce su función determinada. Tu finalidad es saber cual es tu función para que una vez ubicada en el cuerpo puedas poner en marcha un órgano o permitir que un pie se levante o ayudar a que aquello que no es útil al cuerpo salga de él. Si todas las células sabemos que formamos parte de un cuerpo y cual es nuestra función lo pondremos en movimiento y haremos que camine.

Ahora imagina:

- que las células son cada uno de los niños que cada uno de nosotros tenemos en nuestro interior,
- que el cuerpo es la humanidad,
- que el movimiento es la felicidad
- y que el lugar donde se encuentra ese cuerpo es un océano de amor donde somos libres de creer y crear lo que elegimos en cada momento.

Si lo creemos, lo crearemos, ¿Me ayudas?

Creo que si miráramos más al cielo, acabaríamos por tener alas, volemos pues.


Ximo

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