Disolver vs resolver
Disolver vs resolver
No es mía esta asociación, se la
he escuchado a Enrique Monís en uno de sus vídeos.
No voy a entrar en opinar o
valorar lo indicado en sus vídeos porque no he experimentado nada de lo que
este hombre comenta. Prefiero hablar de ello cuando lo haya
hecho. De entrada, lo que cuenta resuena en mí.
Añado mi reflexión al respecto.
Por resumir, sería disolver un
problema en lugar de intentar resolverlo.
Resolver implica aceptar que
existe el problema y que es necesario encontrar la solución que encaje en él. Como
buscar la pieza que falta para completar el puzle. Llevado a otros aspectos de
la vida sería como:
- - Encontrar mi media naranja, ser amado, necesitar
a alguien para verse completo
- - Estudiar, trabajar, tener dinero, escribir un
libro, tener hijos, viajar, tener amigos, etc. para ser yo, o ser un mejor yo, para
desarrollarme, para crecer o para evolucionar materialmente y/o espiritualmente
En una frase, tengo que resolver
mi vida porque vivir es un problema.
Otra frase, yo soy un problema y
tengo que resolverme.
Habréis oído muchas veces aquello
de que alguien tiene la vida resuelta. Venimos a este mundo y hacemos una lista
y vamos marcando lo que vamos consiguiendo. Cuando vemos que esta forma de
vivir no nos llena pues, cambiamos de lista o modificamos la que tenemos, la
reducimos o la ampliamos, pero seguimos con el mismo patrón, hacer y/o tener
todos los puntos marcados de la lista actualizada, eso sí, porque evolucionar,
evolucionamos. Lo mejor es cuando no podemos hacerlo directamente y lo queremos
hacer a través de otros, nuestra pareja, amigos y, sobre todo, con los hijos,
que hagan ellos lo que yo no he podido hacer o tener. No solo queremos controlarnos
para obligarnos a conseguir todos los objetivos, sino que con el tiempo
empezamos a controlar a tod@s los que nos rodean para conseguirlo. Así,
modificamos nuestro entorno y pretendemos que los demás se comporten como yo
quiero, porque si no lo hacen es que no me aman. Por si no fuera suficiente nuestro
control nos ponemos también bajo el control de otros porque así conseguiremos
lo que queremos, los amigos, la familia, el clan, el grupo, la religión, la
política, el gobierno, las tradiciones, la cultura y el sentido común, todos
ellos nos dicen lo qué es bueno y lo qué es malo. Cuando tu vida se resume en
los puntos conseguidos y los que me faltan por conseguir, ya sea bajo mi
control o bajo el control de quien yo decida, dejas de vivir y sólo sobrevives.
Yo mismo soy así, aunque tal vez
no en la totalidad, sigo teniendo listas en algunos aspectos de mi vida. Sigo pensando
que algunas personas deben comportarse de la manera que yo creo que es mejor, o
que yo debo hacer las mismas coas que los demás en algún ámbito de mi vida. Hay
una parte de mí que todavía ve la vida como un problema que hay que resolver. Por
otro lado, hay otra parte que me dice que el problema no existe, no lo aceptes,
disuélvelo.
Disolver, por tanto, implica no
aceptar el problema. Si no lo aceptas la necesidad de encontrar una solución
desaparece. Al no entrar en el problema puedes ver todo al mismo tiempo y lo
que parecía un problema tiene a su lado lo que pudiera ser su solución.
Disolver supone abrir el campo de visión para ver todas las posibilidades. Resolver
nos hace encerrarnos en el problema, nos limita.
Nos enseñan desde pequeños a
ir al detalle de todo como una forma de conocer el todo sumando las partes. Si solo te
fijas en un detalle, por ejemplo, una figura pintada en un cuadro dejas de ver
el cuadro, la pared, el museo, la ciudad, el planeta, el universo, … Al mirar sólo la figura tiendes a compararla
con la de al lado y ver cosas en las que se parecen o en las que se
diferencian, si está bien pintada o no, si los colores son adecuados o no, … si refleja o no lo que debería según el título
del cuadro o el autor, si es de la calidad que exige el museo o la ciudad, podría seguir,
pero lo dejo ahí. Viendo sólo los detalles solo vemos problemas. Nos fijamos en la hoja de un árbol, pero no somos capaces de
ver el bosque.
Disolver nos une, resolver nos
separa.
Nuestra mente se ha pasado la
vida resolviéndola porque todo nos lo presentan así. Y cuando no ves el problema
te presentan la solución para que creas que la necesitas, convirtiéndose en un
problema el hecho de no tener la solución todavía en tus manos. La necesidad de
una solución conlleva aceptar el problema. El arte de la venta vive de eso. Todo
se vende en esta vida. Todo se necesita ¿De verdad?
Alguien dirá, si no
encontramos soluciones a los problemas no evolucionaremos, no se encontrarán
curas para las enfermedades, no se desarrollarán nuevas tecnologías, no seremos
seres espirituales, no pasaremos a la nueva dimensión, … No creéis que si hace
años nuestros antepasados no hubieran visto la vida como un problema no
necesitaríamos nada de lo que hoy necesitamos, tal vez ...
¿Seríamos felices?
Ahí lo dejo.
La mente resuelve. Me gusta decir
que el corazón disuelve, pero veo en mí todavía algunas trazas de problemas como para poder afirmarlo. No
pretendo que me creáis solo os pongo por delante otra forma de ver la vida, es
otra más.
Antes de que opinar, juzgar,
criticar, o alabar o ensalzar lo que acabas de leer, mira desde donde lo vas a
hacer y, sobre todo, si estás viendo una solución es porque lo estás mirando como un problema. ¿Estás resolviendo o disolviendo?
Abracicos mi gente.
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