Notas del ser (12) Ida

2 de agosto de 2019

Aquí en el avión rumbo a Berlín, 7:00 de la mañana.

Me ha tocado ventanilla y he visto salir el sol por el horizonte.

Qué fácil es cambiar un cuerpo de sitio. Te subes a un vehículo y te desplaza a otro lugar por tierra, mar o aire, o caminas si el trayecto no es muy largo. Que difícil es cambiar la mente, tan difícil como uno se proponga. No va a ser fácil. Cuántas trabas ponemos a mover la mente y que poco nos cuesta mover el cuerpo.

Aunque tú y yo sabemos que no siempre estamos dispuestos a mover el cuerpo de lugar.

Nos van a dar algo de beber, sorpresa porque visto el avión que nos ha tocado ya no lo esperaba. Primero un KitKat chunky, vaya nombrecitos que les ponen al huesitos de toda la vida.

Agradecido por lo inesperado. 

Sigo en un momento. 

Sobrevolamos una zona con grandes montañas con algo de nieve en las cumbres. Sabéis una cosa, no se ven tan grandes desde aquí. Los problemas personales no son tan grandes cuando uno toma cierta distancia. Solemos hacerlo de manera incompleta casi siempre, movemos el cuerpo pero casi nunca le acompaña la mente. De ahí que los problemas, sorry, estábamos hablando de montañas las vemos siempre tan grandes.

Ahora muchas nubes, parecen algodones de azúcar. Ponemos cosas dulces que nos dan seguridad para mí ver las montañas, sorry, otra vez, ahora sí hablaba de los problemas. Nos mantenemos siempre entre algodones no sea que nos toque sufrir, y eso no lo queremos ¿Verdad?


Pasamos una zona de glaciares, se mueven pero muy poco a poco. Sigo con los problemas, a igual que el hielo necesita altura y bajas temperaturas, Los problemas que vemos más altos, más grandes los cristalizamos como el hielo y los movemos muy poco porque si lo hacemos rápido sufrimos.

Se me ocurre, ¿El miedo a las alturas tiene que ver con algún gran problema que no queremos tocar?

Esto me invita a reflexionar porque yo le tengo un miedo bestial a las alturas. Sin embargo aquí desde el avión y mirando desde mi ventanilla no lo tengo. Otra reflexión ¿Por qué hago mío ese miedo?


Bueno un poco de descanso y sigo después. 

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