Notas del ser (55) Todo

8 de febrero de 2022

Confianza

Culpa - inocencia

Hijo pródigo, darse cuenta de lo que tienes innato - estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido hallado. Camino de vuelta en busca de la plenitud. No vivimos la plenitud de manera consciente.

Poseía - poesía

Desde la Libertad, no desde la libertad. 


La confianza es la que manda.

El mundo es lo que es para que yo lo acepte, no para que yo lo cambie.

El mundo no cambia solo puedo cambiar mi percepción de él.


Comprender es conocer sin comparar. El conocimiento solo es posible sin comparación.

No se puede perdonar sin comprender

El perdón es aceptación de lo inalterable. La comprensión sin juicios, sin razón. El perdón es el acto de comprender. Sin perdón no hay libertad. Aceptar es comprender que el perdón es el único acto que nos lleva a ser libres. Es el proceso de eliminación de todo lo que no somos.

Es la vuelta del hijo pródigo a la casa del padre una vez comprendido el origen de su salida. 

Y todo esto envuelto en el amor. 

El amor, para mí, es lo que lo envuelve todo y facilita el proceso de aceptación de uno mismo dentro de él. Es lo que mueve todo, la vibración en si misma y en la que todo es posible. 

El amor en este mundo dual tiene su contrapartida en el miedo. Como dos caras de la misma moneda. Tan pronto como se da uno cuenta del origen, ve que las dos caras son dos percepciones de lo mismo, donde el amor es todo. Para verlo es necesario salir de la dualidad, en la que nos pasamos la vida comparando ambas partes. A veces es la percepción del amor la que dirige la vida, la mayoría de veces es la percepción del miedo. Ahí no puede haber comprensión y, por tanto no habrá aceptación ni, por supuesto, perdón. Desde lo dual veremos la separación entre consciencia e inconsciencia, luz y oscuridad. Nos pasaremos la vida vibrando en uno o en el otro lado, pero sin darnos cuenta que se trata de la misma vibración. Desde el origen, la unidad, solo hay vibración, amor en estado puro. Conseguimos acercarnos en algún instante. Sin aceptación de todo no habrá consciencia plena. Así que nos pasaremos la vida como una pelota que es lanzada hacia arriba y que, por la gravedad, volverá a caer para volver a ser lanzada hacia arriba. Mientras estemos en dualidad el movimiento hacia arriba y hacia abajo se mantendrá siempre. La aceptación disuelve la materia permitiendo que el ascenso sea constante. Sin materia no funciona la gravedad. Llegará un momento en el que la rendición del cuerpo, a través de la muerte no será la única vía de volver. Viéndolo desde aquí no puedo decir que exista la posibilidad de materializar la pelota otra vez para que vuelva a caer. Si esto sucede es porque todavía hay algo que aceptar. La plenitud no se obtiene llenando la vida de cosas sino disolviendo. 

Cabe la posibilidad de vivir lo más cercano a la plenitud, es la aceptación de todo lo que podamos percibir y comprendiendo que forma parte de nosotros. En realidad lo que sucede solo puede ser percibido si nosotros estamos presentes, ya sea tangible o imaginado. Aquello que es percibido y no comprendido nos hará daño y le tendremos miedo. Es el mundo de las creencias, la oscuridad. Cuando eso que percibimos es aceptado pasa a ser conocido, es el mundo de la sabiduría, la luz. 

A veces la creencia en algo se hace tan fuerte que optamos por disfrazarla de sabiduría. Es un autoengaño. Cuidado con aquellos que saben que lo que creen no es verdad, aunque la verdad no deja de ser una percepción. El mundo dual me lleva a paradojas, lo que supone una eterna búsqueda del sentido de la vida.

Solo en la dualidad se hace necesario encontrar un sentido a la vida. En la unidad no existe ninguna necesidad y menos encontrar ningún sentido a nada.

El análisis intelectual de lo que sucede conduce a menudo a resultados absurdos o paradójicos 

El mundo mental o creado es paradójico en si mismo. 

Todo lo percibido supone una interpretación desde la mente que lleva a infinitas versiones de lo sucedido, la mayoría paradójicas, sin sentido. Por eso nos pasamos la vida "mental" buscándole el sentido.


¿Done estás y hacia dónde vas?

Esta pregunta hoy toma más sentido para mí, os recuerdo que estoy en un mundo dual, con la eterna pregunta ¿Quién soy?

No hay meta al final del camino, sino a lo largo de él, en cada momento y en cada paso. Plantearte quien eres te llevaría a pararte y verte en ese punto para saberte y conocerte y lo mismo con el siguiente paso. En términos alquímicos sería intentar ver la sal y no lo que está disolviéndose o coagulándose. 


Confiar en el proceso

La vida es un proceso y nos la pasamos parándola a cada instante.

El presente es algo que fluye, pasado y futuro son tiempos inmóviles.


Sin juicio bien y mal son uno

Último juicio o juicio final es sobre uno mismo

Creencias: Terror a conectar con nuestra inocencia y el miedo a la liberación de la culpabilidad.

No hay nada más difícil para el individuo que "sacrificar" su propio sufrimiento.

La Libertad no es conceptual, es una experiencia.

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida 

La vida es un simple juego y tan solo hay que jugar. Aceptando y amando el "juego" del mundo físico, conseguiremos aceptar el estado de dualidad y, de esta forma, se podrá volver a la Unidad.

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